cuenta una vez una canción que una niña
se fue por los campos azules
y se perdió en los atardeceres violetas
de un encanto playero
que no sabía si iba o venía
y no tenía casa
sabía de los quehaceres
sabía bordar y surfar
pero aunque sin dinero
era sonrisa y cielo
y volava como las hadas
de miel y helado
solita plantaba sueños
y los dejaba a las nubes
que les gustaba regarlos a veces
era una niña arcoiris
de aquellas que nunca salen de afuera
se miran de lejos y se pintan
con cuanta savia te regala
la suerte pensativa del sol
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