viernes, 28 de diciembre de 2012
40º
espera a que pasen
las desigualdades banales
que hicieron del mundo
un árbol caído
y se fueron a buscar
los encuentros casuales
las risas que estaban
escaseando de noche
que en fuego se unían
y gritaban de alegría
el perdón, la agonía
se fundían en su oro mentolado
siempre bueno,
siempre sabio,
que solía dormir hasta tarde
en las tardes de verano
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