domingo, 5 de agosto de 2012
siempre fuiste árbol
un día te vi venir y eras árbol, y hojas
y se volvieron de papel y volaron al revés
y se quemaron en llanto verdadero y fuiste agua
cuando no era el día preciso
y a propósito de eso, se fue la nieve
y las gotas de rocío perezosas se estancaron en mi alma
eran diéz, más que aquellas del resto del mundo que quieren ser valientes
no había luz, se iba de espalda al piso, pero de frente
y sin quererlo ni nada se hacia picadillo
el cielo.
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